
JUGOMANÍA
Como todas las historias de emprendimiento, el pedaleo inicia con una idea, un deseo, un sueño o simplemente porque alguien identificó una oportunidad en un momento y un lugar específicos.
Así empieza la historia de Carolina Caro y Alejandro Castellanos, dos jóvenes bogotanos que identificaron que los capitalinos, a pesar de tener una infinita variedad de opciones gastronómicas, querían un lugar donde pudieran deleitar sus paladares con bebidas naturales. Comer sanamente es una tendencia mundial, hoy muchos queremos comer mejor y Carolina y Alejandro sabiendo que los Bogotanos no son la excepción, crearon Jugomanía, un emprendimiento basado en una de nuestras mayores riquezas como país: nuestras frutas.
A su amplia oferta de jugos naturales y Smoothies a base de agua, leche o yogur, le sumaron delicias típicas del resto del país como luladas, cholados y limonadas de coco, que hoy, han convertido a Jugomanía en un rincón colorido y acogedor en la capital, donde los “foráneos” del resto del país han encontrado la receta original

que los acerca a su tierrita. Bebidas de frutas naturales libres de químicos, conservantes y colorantes, son la base de las mezclas exóticas, sabores y texturas que diferencian a Jugomanía.
Esta historia de pedaleo muestra un equipo fuerte, que cada día se acerca más a la cima. Hoy Carolina y Alejandro pueden decir con orgullo que a pesar de que la carrera recorrida es corta y únicamente han avanzado en las primeras etapas, el kilometraje es amplio, pues este año abrieron su segundo punto de venta.
Los primeros en disfrutar las delicias de Jugomanía fueron médicos, enfermeras y pacientes del Hospital San José, pues el primer punto se encuentra sobre la carrera 19, justo al frente del centro médico. Pero desde hace un mes y medio, los miles de trabajadores de la zona financiera de Bogotá, también están disfrutando no solo de los jugos y demás bebidas, sino de los sándwiches, tortillas y ensaladas saludables.
Como muchas otras historias de pedaleo, Jugomanía no pudo huir de las dificultades, entre las que se encuentran altos precios de los locales comerciales e infinidad de papeles, fiadores y respaldo

financiero, que hace aún más escarpada la llegada a la meta. Hoy nuestro país cuenta con diferentes mecanismos de apoyo para emprendedores, pero la burocracia de los procesos y las trabas del sistema bancario, parecen no estar muy alineados con los objetivos del actual gobierno, que en lugar de apoyar e impulsar esta difícil carrera, ponen obstáculos que dificultan a los equipos acercarse al podio.
Pero a pesar de las dificultades típicas de emprender, estos jóvenes pedalean día a día intentando ofrecer la mejor experiencia a sus consumidores poniéndole su sello infaltable: una gran sonrisa. Le deseamos a este gran equipo la mejor de las suertes en este largo y escarpado camino por un sueño en común: Jugomanía.
