UN DÍA EN UN WEBINAR
Escuchando un webinar de Catalina Ayala sobre innovación en tiempos de crisis, el moderador realizó una pregunta sobre la sensación que los participantes sentían en ese preciso momento. Muchos respondieron: miedo, zozobra, incertidumbre, y desconfianza, algunos mencionaron el término: oportunidad.
El webinar continuaba y poco a poco comenzaron a emerger por parte de los participantes menciones a la disciplina y el compromiso como factor de éxito. Hasta se aludió a estos elementos como fortalezas de las culturas orientales.
LA DIFERENCIA COMO ACTIVO
Mientras tanto yo me preguntaba cómo podrían seguir creciendo las empresas o al menos sobrevivir en esta coyuntura, con esta combinación extraña de sentimientos y valores: ¿cómo combinar la valorada disciplina con la zozobra? o ¿la incertidumbre con el compromiso? Entonces saltó a mi mente mi época de universitario. Recordé a una persona sincera que me contagió con su irreverencia y su forma particular de ir contra la corriente: Ricardo Semler.
Ricardo me enseñó que las empresas se pueden potenciar sin dejar el humanismo de lado, las decisiones se pueden tomar basadas en las personas y equipos de trabajo, y la diferencia puede aprovecharse como un activo fundamental para alcanzar las metas. Por lo tanto lograr objetivos también está relacionado con valorar las diferencias entre individuos, encontrar sinergias que aprovechen puntos de vista diversos y cuestionar lo establecido para encontrar lo estratégico.
En un momento como el que estamos viviendo, en donde lo que era seguro ahora es incierto, vale la pena preguntarse: ¿es momento de actuar bajo las mismas premisas?, ¿es tiempo de aplaudir a quien no se hace preguntas?, ¿nuestras empresas sobrevivirán si no nos cuestionamos?
LA INDISCIPLINA CREATIVA
En este punto de mi soliloquio mental, me dije a mi mismo: necesitamos indisciplina creativa. Entendida como la búsqueda intencional de la diferencia, y el cuestionamiento como un rasgo de un liderazgo empresarial de trascendencia. Algunas de las preguntas constantes para desarrollar esta indisciplina pueden ser: ¿qué de lo que decido, hago y pienso lo podría enfocar diferente?, ¿qué de lo que sé ya no le sirve a mi empresa?, ¿cuáles creo que son las verdades de mi negocio y qué de éstas son cuestionables?
Él o la indisciplinada creativa son líderes que cuestionan desde lo dado por sentado, los hábitos sencillos, lo común y corriente, hasta las tendencias del mercado, la academia, y principalmente a si mismo. Alguien que se aventura a quebrar las reglas, desdoblar los esquemas, romper los paradigmas, vencer sus temores y miedos, o siguen a su yo interior aunque no le diga lo común, y especialmente cuando lo saca de su lugar de comodidad.
Vivimos en un mundo cuadriculado que se rige por reglas y normas que pueden inhibir la capacidad del ser interior, que todos albergamos, es decir ese poder infinito del individuo para generar soluciones a eventos inesperados y se resilientes en los momentos de más dolor. Estamos continuamente preocupados por preguntas que nos debilitan: ¿qué dirán si tomo esta decisión?, ¿será que si es viable?, ¿se podrá hacer? ¿y si pierdo plata?, ¿y si no me apoyan?. Este es el momento de atrevernos a hacernos preguntas poderosas: ¿qué pasa si la rompo?, ¿si ya voy a perder qué tal si aprovecho para arriesgar?, ¿qué no he dado de mí que ahora puedo dar?
Este tipo de indisciplina articulada estratégicamente a una ética enriquecida, puede viabilizar que sobrevivamos a este tiempo, que salgamos fortalecidos y que ayudemos a nuestras comunidades a reinventarse las veces que sea necesario.
La indisciplina creativa es simplemente una forma diferente de ver, analizar y llevar a cabo tus sueños y motivaciones con lo que podrías: cambiar tu interacción con la sociedad, mejorar tu modelo de negocio, encontrar nuevas formas de llegar a tu cliente, incluso: ¡obtener beneficios para tu comunidad como antes no lo habías soñado!, o simplemente comprender la magnitud de tu fuerza y la de tu equipo, tal y como lo manifestó Woodrow Wilson, “El hombre que está nadando contra la corriente conoce su fuerza”.
Esta pandemia es un tiempo donde es más probable que los indisciplinados creativos sean quienes sobrevivan, y los disciplinados obedientes vean morir sus negocios: ¿en qué grupo quieres estar?
Idea original: Jorge Hernan Altuzarra Ramirez.
Adaptación: Amanda Granados León