7 tendencias impulsadas por los efectos del COVID-19

Hay que empezar a construir un futuro diferente

No es un secreto que la actual pandemia ha puesto al mundo en una crisis que parece sacada de una novela de ficción. Nadie, absolutamente nadie nos advirtió que algo así podría pasar. La incertidumbre se ha apoderado de todos y nos impulsa a replantear muchas de las cosas que antes eran dadas por “normal”. 

Los efectos actuales del coronavirus (COVID-19) tan solo son la punta del iceberg de lo que vendrá, por ello urge dar un paso más allá y empezar a construir futuro. Romantizar la pandemia y pensarlo como una oportunidad es algo que suena bonito, pero es un problema que nos obliga a salir adelante y, en consecuencia, transformar nuestra manera de pensar y hacer.

No estábamos preparados para esta calamidad. Pero a medida que pasan los días se viene vislumbrando el aceleramiento de varias tendencias que ya estaban en el radar. Además del surgimiento de otras que no hubiesen sido posibles sin la coyuntura actual.

1. Una fuerza laboral digital y en constante aprendizaje

Ya habíamos podido dimensionar con anterioridad en diferentes estudios las especulaciones alrededor del futuro del trabajo. Entre las características comúnmente mencionadas se resaltaba una fuerza laboral digital, internacional, sin un lugar fijo, cada día más preparada y ágil con el cambio. Pues bien, esas habilidades del trabajo son las necesarias en este momento.

La coyuntura ha tenido efectos significativos sobre el trabajo y se prevé que estos cambios perduren después de superar la crisis. Las entidades se vieron obligadas a usar herramientas tecnológicas para continuar con su productividad. En consecuencia, se han dado cuenta de que la transformación digital es un aliado fundamental para el desarrollo de las empresas. Y, si bien ha sido una respuesta reactiva a la situación, abre el debate sobre una nueva cultura organizacional, encabezada por líderes visionarios, tecnológicos, colaborativos e innovadores.

2. Los médicos, los campesinos y otras labores importantes ya no serán subestimados

La circunstancia actual es un llamado al cambio de prioridades. Nos habíamos olvidado de la importancia de estos héroes que están en primera línea contra el COVID-19, arriesgando su vida y la de sus familiares para por salir de esta crisis. No solamente se han vuelto sumamente importantes para la sociedad, sino que han recobrado un papel indispensable.

Su papel en la sociedad nos presenta diferentes preguntas y respuestas impensables sin estos héroes. Sin duda, el sector de la salud deberá ser foco de reestructuración para la mejora no solo del servicio, sino de las condiciones laborales de los profesionales. En el caso de los campesinos también se debe replantear tecnificar el campo, mitigar los intermediarios que suben los precios, temas de distribución y otros.

3. Los otros servicios básicos universales

La situación actual del Covid 19 nos hace revaluar sobre las necesidades digitales de la población en general. Ya sea garantizar un mínimo vital de conectividad, Internet, y la democratización del conocimiento y herramientas para el uso eficaz de este.

Por otro lado, cabe resaltar que esta coyuntura refleja una sociedad desigual y los gobiernos deberán cuestionarse sobre el cómo está siendo la distribución económica entre los diferentes sectores de la sociedad. Si algo nos ha comprobado esta crisis, en el caso colombiano, es que muchos viven de la informalidad, que el desempleo es un problema latente y frágil. De esta forma, las empresas también deberían replantearse la opción freemium como una oportunidad de negocio.

4. Maximizar el uso de las políticas de apoyo del gobierno

Las ayudas del Estado o los gobiernos deben estar a la mano, ser eficientes y prácticas sin perder la rigurosidad. Esto también tendrá que ver con la transformación digital de las entidades reguladoras. La previa información de los beneficios, agilizar proyectos de ley para el beneficio, cerrar brechas, garantizar transparencia e igualdad de condiciones. La burocracia se ha convertido en uno de los enemigos en esta pandemia.

5. El minimalismo y acciones conscientes

Ambas relacionadas con temas de sostenibilidad desde la economía del hogar hasta el medio ambiente. Reducir a lo esencial. Una visión más minimalista producto de los efectos del virus sobre la economía de los consumidores. La recesión económica y el desempleo obligarán a las personas a ser conscientes con la inversión de su dinero y la administración de sus ahorros. Por eso hay que pensar en estrategias para ese grupo poblacional que quizá tenido los medios prefieren las compras inteligentes.

Por otro lado, están las reflexiones sobre convivir con la naturaleza y generar el menor impacto posible. El panorama pinta una creciente conciencia medioambiental que desde el punto de vista de los negocios deberá ser una oportunidad para la implementación de la economía circular, la cual cambia la producción lineal, extraer – producir – consumir – desechar, por la planeación circular que aprovecha los residuos.

6. Business Future Thinking 

Entre las tendencias que resalta el último reporte de Opinno se resalta esta estrategia empresarial que se caracteriza por ser futurista, abierta y colaborativa. Habrá cambios significativos en términos gerenciales. Por ejemplo, el “CEO postcovid” tendrá como prioridad el análisis de los riesgos, construcción de futuro, la anticipación y la construcción de un ‘Advisory Board’ tecnológico con más visión al futuro.

7. Recobrar la confianza

Este factor sumamente importante porque es transversal a todo e incentiva a la creación de estrategias que permitan a las personas recuperar su calidad de vida. Habrá un cambio en las reglas del juego, pensado desde las relaciones humanas, las relaciones con servicio o productos, con el trabajo y otros.

Si duda alguna, el virus ha sido un punto de inflexión en la reciente historia de la humanidad. Hemos tenido que adaptarnos a este por la rapidez de su expansión, sin embargo, es un momento crucial para aplicar la regla Pareto: el 20% del tiempo de hoy se transformará en el 80% de los ingresos de mañana. Entonces hay que ponernos manos a la obra y empezar a construir el mundo que nos imaginamos.